De muy chico empecé a incursionar en el apasionante mundo de la fotografía artística de la mano de mi Papá, Abraham, quien me llevaba a las salidas de los fotoclubes en los que él participaba (ISIS, Buenos Aires, Cooperación) y a los juzgamientos. Él me "usaba" de modelo para sus fotos y yo iba aprendiendo a su lado. También lo acompañaba en esos domingos en la piecita de servicio de nuestra casa de entonces, donde tenía su laboratorio. Todavía tengo en mi retina la luz roja del laboratorio y en mi olfato el olor avinagrado del fijador.
Hoy la fotografía es digital, no hay ampliadora, ni líquidos olorosos, ni luces rojas, pero esa pasión que heredé de mi Papá es la misma; la que me lleva a mirar las cosas con el ojo del fotógrafo que ve en cada imagen una posible foto.
En este sitio quiero compartir con el mundo mis fotos premiadas.
GRACIAS PA, TE QUIERO MUCHO!!!